Entrevista Jose Domingo, entrenador equipo Senior

Jose Domingo Navarro Martínez, un hombre de la casa, nació como jugador en el C.B. Fuente Álamo, aunque creció y maduró como tal en el EB Salesianos. Con el tiempo regresó a la que siempre fué su casa para quedarse, pero esta vez para dirigir los partidos desde el banquillo. Después de muchos años por las distinas categorías de formación del club, esta presente temporada, da el salto al equipo de Segunda Autonómica.

 Segundo por la izquierda en la fila de abajo

E ¿Cómo afrontas esta nueva etapa en el club que te vió nacer desde infantil, ahora que te haces cargo del equipo más grandes del Club?

J.D. La afronto con mucha ilusión pero a su vez con mucha responsabilidad. Soy de la idea y el concepto que un equipo senior de un club de formación, debe ser una referencia en el sentido más amplio de la palabra. El club y el equipo debe de estar por encima de las individualidades y cada jugador además de seguir formándose debe mirar por el grupo. El senior ha venido para quedarse, no es un proyecto de un año, y tenemos que ser referencia para todos esos jugadores jóvenes, desde benjamines has junior, y que puedan tener su proyección el día de mañana

Esto se lo quiero inculcar a mis jugadores, que además se han formado en el club, y como fuentealameros debemos de llevarlo a cabo.

Es un proyecto ilusionante, porque vamos crear un grupo de la nada, para los próximos años. Hay un trabajo importante por hacer que no solo es deportivo, sino de formación de un grupo de trabajo, de un cuerpo técnico, de la coordinación del club, que todo lleve a asentar esas bases para que perdure en el tiempo con buenas raíces, y todo esto me motiva. Ya lo hice, como jugador en el club que madure deportivamente y como persona, EB salesianos, y es muy satisfactorio cuando alcanzas tu meta, y tu trabajo junto con el de tus compañeros, queda en el tiempo para las generaciones venideras.

E. ¿Fue una decisión difícil el hacerte cargo del senior? ¿Qué te movió a dar ese paso?

J.D. Por supuesto. Ha sido una decisión meditada. Dicen que una de las cosas que hay que hacer antes de emprender, es viajar. Yo lo hice y me ayudó a tomar la decisión final.

He valorado muchas cosas. Hay que tener en cuenta que en el deporte amateur, tenemos que dedicar muchas horas, que se le restan a tu profesión diaria, a la familia, amigos, y a tu propio tiempo libre.

El buen ambiente, compañerismo y el apoyo del club, hace que tengas ese respaldo que te puede hacer falta en los momentos duros de la temporada, que se suele hacer muy larga.

Una de las principales motivaciones, es ver la ilusión y la apuesta por este equipo de Autonómica, de mi buen amigo VICENTE ROSIQUE. Después de veinticinco años jugando tiene la ilusión del primer día como si fuera un junior. Este hizo también que me decidiera, para que él pueda disfrutar de lo que más le gusta, que es jugar, y desvincularlo de las tareas puramente deportivas, de entrenador y formación. Nunca ha tenido la oportunidad de jugar federado en el club y ha hecho una gran apuesta por el mismo.

E. ¿Qué te gustaría que hiciera tu equipo a lo largo de la temporada?

J.D. No nos podemos plantear en esta fecha unos objetivos de resultados y de clasificación, considero que este año no es algo prioritario, además no conocemos el nivel que va a tener el equipo, ni el nivel de la propia competición.

Aquí tendríamos que hablar de dos aspectos:

Uno seria la formación de los jugadores y del grupo. No me gustaría que esto fuera una “pachanga” o un equipo de “ocio-veteranos” (con todo el respeto). Somos un equipo federado y representamos a un club y a un pueblo. Por ello me gustaría que fueran muy serios en el trabajo, y que hiciéramos un juego divertido y con capacidad de competir todos los partidos.

Por otro lado, me gustaría que en el pueblo se hablara más de baloncesto y se conociera más. El club está haciendo un buen trabajo a lo largo de años, que puede que esté siendo más reconocido fuera de Fuente Álamo, que en el mismo pueblo, nadie es profeta en su tierra.

Me gustaría que cada fin de semana, acudiera mucha gente a las gradas del pabellón municipal, a divertirse a pasarlo bien, y que se hablara de ello, que disfruten, y todo esto nosotros tenemos que provocarlo.

E. Vas a estar bien acompañado en la banda con un segundo de lujo como es Juan Serigot que ya entrenó al primer senior en la historia del club. Y un gran entrenado en la pista como es Vicente Rosique. ¿Cómo valoras esto?

J.D. No me ha resultado difícil convencerlo. Juan es una persona comprometida, y que ha entendido rápidamente los valores del club. Lo conozco hace mucho tiempo, su hermano fue muchos años mi entrenador y amigo, y él formo parte del cuerpo técnico como delegado, en los equipos senior cuando yo era jugador. En aquellos años pasé momentos difíciles, y él siempre me ayudó, me dio confianza en partidos, entrenos y durante las temporadas que pase en salesianos. Nos conocemos perfectamente y se lo que puede ofrecer. Me aporta esa confianza y capacidad de trabajo, para afrontar toda una temporada. Además conoce a todos los jugadores, que ya ha entrenado, y esto es un lujo.

De Vicente que decir, tiene que ser nuestra referencia en la pista, y un lujo para los jugadores jóvenes, que van a aprender muchísimo y empaparse de toda su experiencia. Se hace respetar y sabe en todo momento cuando hay que entrenar y cuando hay que divertirse. Será el nexo de unión de todos para crear un buen grupo.

E. ¿Podrías reseñar un momento que te haya marcado y quede impregnado en tu retina de tu etapa como jugador? ¿Y de tu etapa de entrenador hasta la fecha?

J.D. Este deporte es muy grande, y mis mejores amigos los he conocido gracias a él.

He tenido muchos sinsabores, no he tenido mucha suerte en lo deportivo. Ha veces por falta de calidad, otras por suerte, otras no estar en el momento y lugar adecuados, y me he llevado muchas decepciones.

Una lesión de tobillo en 2007, en el primer partido de temporada en el derbi contra el Cartagena en el pabellón central, me tuvo más de dos meses de baja, y eso fue el principio del fin.

En junior con CD Don Bosco (actual Eb salesianos), en el último partido, último segundo, tuve el último triple para ganar y meternos en final four. Rondaba el año 1998, y era previsiblemente mi último año. Me marchaba a Murcia a estudiar, y algo histórico para el club. No pudo ser, se falló, es el baloncesto, y podíamos jugar la final que nos merecíamos.

Un buen amigo me lo estuvo recordando durante ocho años, cada vez que hablábamos, “si hubieras metido ese triple”

Si algo he aprendido del deporte, y trasladable al día a día, es que siempre te da nuevas oportunidades y hay que aprovecharlas.

Ocho años después con un proyecto nuevo en Eb Salesianos, creado por un grupo de amigos, con un senior nuevo de referencia en el club, llegamos al partido final con el objetivo del tan ansiado ascenso a primera autonómica, (actual primera nacional). El partido de vuelta en la eliminatoria, en casa ante más de doscientas personas, estaba bien encaminado, pero nos remontaron. Tuve la oportunidad de resarcirme y tener una buena actuación, junto con mis compañeros y ganar ese partido y el tal ansiado ascenso, para el club.

Termino el partido ganado sufriendo lo indecible y lo primero que hice fue abrazar a mis padres que estaban en la grada, y después a ese amigo que me recordaba cada año, el triple que fallé: “pues hay tienes la remontada y el ascenso que enmienda mi error”. Es un resultado modesto, pero cuando le dedicas tanto tiempo, con gente a la que quieres y aprecias, la victoria puede saber al triunfo más grande logrado.

 

Con su amigo y compañero, el también fuentealamero (de Balsapintada) Rafa Marin

 E. ¿Descartas volver un día a las pistas de corto, para retirarte como jugador en tu club?

Nunca se puede decir de este agua no beberé. Sería muy bonito volver a ponerme la camiseta de Fuente Álamo y jugar en el pabellón, pero es algo que ahora no me planteo. Para ello habría que dedicar muchas horas y esfuerzo, para alcanzar un mínimo nivel competitivo y no “arrastrarme” en la pista. Hay que dejar paso a los jóvenes.